- Cohuiná, en la lengua zoque, quiere decir, casa de fiesta o casa del jefe donde se celebra la fiesta. Esta celebración no es sino un carnaval; carnaval zoque en la medida que se conservan las danzas y su plasticidad: colores, movimientos, formas, etc. La tradición vive y la música, entre los tambores y el pito –especie de flauta- o la marimba, las personas disfrazadas con máscaras, telas coloridas a manera de capa, campanitas, adornos increíbles; la tradición vive y la embriaguez está por todas partes: el alcohol se derrama en todas las gargantas, la comida tradicional en tazones pasa de mano en mano durante los cuatro días de la fiesta, el olor de las flores en el altar, el altar mismo erigido como una ofrenda a los santos que vigilan cada uno de los cinco cohuinas del pueblo. La tradición vive y la fiesta sangra de alegría.
...Tanta es la locura en el aire del pueblo, que en el Cohuiná convergen señoras, señoritas, niños, niñas, borrachos, profesores de escuela, graduados de universidad, abogados, indigentes, extranjeros, artistas, religiosos, campesinos, obreros y hasta el burgués, que para entonces ya no tiene inconvenientes en doblar su espíritu a la celebración del carnaval.
...La cartonera invita a la celebración popular, a la tradición de publicar en calidad independiente con materiales reciclables. Que aquellas voces literarias que aún no han sido escuchadas por otros sean compartidas y su tinta llegue, fresca y delirante al corazón de los lectores.
.Esta seguirá siendo la tradición cartonera: la fiesta, el fervor, el ánimo crecido, la poesía.
¡Viva la Cohuiná Cartonera!